José Play, el porno al desnudo
Dice que el porno ha sido una vía para él, y que ambiciona otros proyectos. Este inquieto joven de 27 años sueña con crear su propia distribuidora de ropa y seguir trabajando en el porno com a él le gusta más, detrás de las cámaras. Llegó al mundo del porno de la mano de Nacho Vidal, uno de los grandes en el negocio, aunque a pesar de ser su amigo, com él afirma "si no hubiera valido en las pruebas que hice con Nacho, no estaría trabajando". Nos cuenta que Nacho vio sus vídeos caseros, le gustaron y le inivtó a Praga, donde rodó una película con él. Quizás porque Nacho le dio esta oportunidad José Play le diviniza constantemente y se deshace en elogios por él. De Nacho nos dice que es el mejor director, que "no hay otro mejor que él" y que trabajar con él ha sido un gran regalo. Precisamente de los directores recela el entrevistado, y afirma que la mayoría de ellos son muy duros trabjando, pues nunca entenderá porque una escena de sexo dura cinco horas. Con Nacho, "las escenas duran una hora, hora y media" y afirma también que "trabajando con Nacho no estoy bajo ninguna presión". La fama de Nacho no le importa y reconoce humildemente que ha tenido suerte de conocerlo porque "en el mundo del porno es muy difícil que alguien te de una primera oportunidad". Tanto admira José a Nacho que incluso ambiciona a su ex mujer, Bella Dona, y dice que como actriz no hay otra mejor, entre risas.
Desde la misma dosis de realismo que muestra durante la entrevista, José Play nos reconoce tener "una visión muy negativa del porno" antes de entrar en él. Una vez dentro, nos habla del porno como algo mucho más "real" y "sencillo"; pero profundizando en las vicisitudes de este mundo, José empieza a mostrarse crítico con el negocio del sexo. No dubita en afirmar que el sexo es "el mayor negocio de este planeta" y que el porno es una gran "indústria". "Sólo en la ciudad de Los Ángeles se hacen 12.000 películas al año" nos informa, reconociendo la magnitud de esa indústria. Y dentro de esa indústria, José se muestra disconforme con el "porno prefabricado" por una parte y con la "doble moral" por otra.
José Play afirma buscar, junto a Nacho, "sexo real" que define en su nuevo proyecto: una serie donde chicas normales pueden rodar escenas porno manando e-mails a la web de Nacho. "Aquí no discriminamos a nadie por su físico" nos dice, y es aquí donde se nos muestra el José Play humilde y nada elitista. Le gustan las mujeres normales, le aburren las chicas como "Victoria Adams" i cree que es un problema social que desde pequeño nos impongan "que lo perfecto es ser como Beckham". "El porno prefabricado aburre" nos reconoce, y busca con Nacho este "sexo real" que según él da más "morbo". También nos habla del gonzo, que "ha revolucionado la indústria del porno" y que son las películas hechas con poco presupuesto.
Por otra parte José se muestra crítico con una indústria que "tendría que ser más liberal". Según él, el porno responde a una demanda y esa gente que demanda, la sociedad en general, es muy conservadora. "Por muy de liberal que quieran ir" dice "son unos clasistas" y ansía ver dentro de unos años una tienda donde mezclen pelis porno con pelis normales, y uno no tenga que esconderse "como un bicho raro".
Un tema más serio del que nos habla José es el control al que está sometido el cine porno cuanto al contagio de enfermedades se refiere. El joven actor nos informa del alto control al que están sometidos y afirma que están obligados a hacerse controles de sida, hepatitis, gonorrea y sífilis cada mes. El mundo del porno está super controlado nos dice y afirma rotundamente que el problema real reside en la calle con la gente que no se hace análisis y contagia a demás gente.
De él nos cuenta abiertamente que tiene pareja formal y que es un chico muy normal. Sorprende la normalidad con la que, según nos explica, su entorno ha aceptado su trabajo. Sonia, su novia, es stripper y la relación de ambos es como nos cuenta muy normal. No me importaría si quisiera hacer porno afirma incluso; quiere diferenciar amor y sexo y dice estar muy tranquilo porque jamás te enamorarás de alguien por como folle. Su família también aceptó que se dedicara al porno, pues ya conocían a lo que Nacho se dedicaba y no les vino de sorpresa. Mi padre está super orgulloso de mí afirma José, aunque también reconoce que preferirían que conduciera un autobús o viviera en una oficina con un buen sueldo. Íntimamente y entre carcajadas nos cuenta que tiene un pene normal, que el sitio más raro donde ha practicado sexo fue en la calle y con 16 años y que cualquier momento del día es bueno. José Play es, seguremente, un buen ejemplo del contacto que el mundo porno puede tener con la realidad, y que desmonta la visión un tanto elitista que se puede tener de él.
Desde la misma dosis de realismo que muestra durante la entrevista, José Play nos reconoce tener "una visión muy negativa del porno" antes de entrar en él. Una vez dentro, nos habla del porno como algo mucho más "real" y "sencillo"; pero profundizando en las vicisitudes de este mundo, José empieza a mostrarse crítico con el negocio del sexo. No dubita en afirmar que el sexo es "el mayor negocio de este planeta" y que el porno es una gran "indústria". "Sólo en la ciudad de Los Ángeles se hacen 12.000 películas al año" nos informa, reconociendo la magnitud de esa indústria. Y dentro de esa indústria, José se muestra disconforme con el "porno prefabricado" por una parte y con la "doble moral" por otra.
José Play afirma buscar, junto a Nacho, "sexo real" que define en su nuevo proyecto: una serie donde chicas normales pueden rodar escenas porno manando e-mails a la web de Nacho. "Aquí no discriminamos a nadie por su físico" nos dice, y es aquí donde se nos muestra el José Play humilde y nada elitista. Le gustan las mujeres normales, le aburren las chicas como "Victoria Adams" i cree que es un problema social que desde pequeño nos impongan "que lo perfecto es ser como Beckham". "El porno prefabricado aburre" nos reconoce, y busca con Nacho este "sexo real" que según él da más "morbo". También nos habla del gonzo, que "ha revolucionado la indústria del porno" y que son las películas hechas con poco presupuesto.
Por otra parte José se muestra crítico con una indústria que "tendría que ser más liberal". Según él, el porno responde a una demanda y esa gente que demanda, la sociedad en general, es muy conservadora. "Por muy de liberal que quieran ir" dice "son unos clasistas" y ansía ver dentro de unos años una tienda donde mezclen pelis porno con pelis normales, y uno no tenga que esconderse "como un bicho raro".
Un tema más serio del que nos habla José es el control al que está sometido el cine porno cuanto al contagio de enfermedades se refiere. El joven actor nos informa del alto control al que están sometidos y afirma que están obligados a hacerse controles de sida, hepatitis, gonorrea y sífilis cada mes. El mundo del porno está super controlado nos dice y afirma rotundamente que el problema real reside en la calle con la gente que no se hace análisis y contagia a demás gente.
De él nos cuenta abiertamente que tiene pareja formal y que es un chico muy normal. Sorprende la normalidad con la que, según nos explica, su entorno ha aceptado su trabajo. Sonia, su novia, es stripper y la relación de ambos es como nos cuenta muy normal. No me importaría si quisiera hacer porno afirma incluso; quiere diferenciar amor y sexo y dice estar muy tranquilo porque jamás te enamorarás de alguien por como folle. Su família también aceptó que se dedicara al porno, pues ya conocían a lo que Nacho se dedicaba y no les vino de sorpresa. Mi padre está super orgulloso de mí afirma José, aunque también reconoce que preferirían que conduciera un autobús o viviera en una oficina con un buen sueldo. Íntimamente y entre carcajadas nos cuenta que tiene un pene normal, que el sitio más raro donde ha practicado sexo fue en la calle y con 16 años y que cualquier momento del día es bueno. José Play es, seguremente, un buen ejemplo del contacto que el mundo porno puede tener con la realidad, y que desmonta la visión un tanto elitista que se puede tener de él.
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