Alarmas
Siempre he sentido atracción por la violación de la propiedad privada. Eso quizás me lleve a ser lo que el mundo "civilizado" llama despectivamente "delincuente", y si alguien al que dan poder sobre mí lo decidiese, eso podría llevarme a la cárcel. Sea como sea, mi afán parar hacer mío lo que es de otro no tiene nada que ver con ninguna concepción ideológica, filosófica, etc. El instinto me dicta que el hombre nace desnudo y desnudo debe morir, y que todo aquello que añadimos a nuestras vidas, no nos pertenece. Nada es como nos lo han contado, almenos lo que nos han contado...
En Ese afán, pues, de violar la propiedad privada, me acerqué a un coche próximo a la calle donde vivo. Estaba a dispuesto a robarlo:daría unas vueltas con él, y lo abandonaría. Pero al apoyarel hierro que me servía de palanca en el cerrojo de la puerta, una alarma vibró de tal modo que podía escucharse cuatro calles abajo. Escapé velozmente, corrí como nunca y me refugié en un descampado próximo. Otra vez, el sistema había provisto de alarmas su estructura, y había permitido fracasar un plan urdido contra su integridad, contra su integridad individual, se entiende. Mañana, el amo de ese coche lo hallaría intacto gracias a la alarma. La propiedad, lo que los hombres poseemos mediante pago, que hemos adquirido vendiendo nuestra fuerza de trabajo -y por ende a nostros mismos- se salvó de nuevo por la alarma. Alguien me ha forzado a ser marxista... alguno lo llamará ladrón.
En Ese afán, pues, de violar la propiedad privada, me acerqué a un coche próximo a la calle donde vivo. Estaba a dispuesto a robarlo:daría unas vueltas con él, y lo abandonaría. Pero al apoyarel hierro que me servía de palanca en el cerrojo de la puerta, una alarma vibró de tal modo que podía escucharse cuatro calles abajo. Escapé velozmente, corrí como nunca y me refugié en un descampado próximo. Otra vez, el sistema había provisto de alarmas su estructura, y había permitido fracasar un plan urdido contra su integridad, contra su integridad individual, se entiende. Mañana, el amo de ese coche lo hallaría intacto gracias a la alarma. La propiedad, lo que los hombres poseemos mediante pago, que hemos adquirido vendiendo nuestra fuerza de trabajo -y por ende a nostros mismos- se salvó de nuevo por la alarma. Alguien me ha forzado a ser marxista... alguno lo llamará ladrón.
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