Nodo50, la alternativa a la comunicación globalizada
Nodo50: "contrainformación en la red"
Nodo50 se presenta como un proyecto autónomo que acoge las voces silenciadas por los grandes medios de comunicación que participan del mercado capitalista. Su propuesta: un página donde se recoja un amplio abanico de noticias e intervenciones de distintas organizaciones altrenativas al sistema; esto sí, en la presentación de su proyecto, la página especifica el color de esas organizaciones, en concreto "personas, grupos y organizaciones de izquierda". Pero es de especial relevancia el contenido del mensaje que viste su frase definitoria: "contrainformación en la red". Si Nodo50 define el contenido de sus noticias como contrainformación, ese mensaje supone que su actitud quiere combatir la información, es decir, dar un suporte alternativo a la información que inunda la red, la información de los grandes grupos comunicativos. Es lo que ellos llaman "legitimar los discursos insurgentes frente al pensamiento único liberal" y "terminar con el mito de la objetividad".
Nodo50 también especifica en su texto de presentación, que como grupo alternativo quiere desmarcarse de la líniea de actuación de los medios de comunicación que dominan el espectro social i económico en Internet, y eso supone establecer un plan de actuación arriesgado pero coherente. Así, su financiación dista completamente del modo en que los grandes grupos se financian. Nodo50 afirma no querer depender económicamente de ningun grupo para así disfrutar de una absoluta independencia política. Se trata pues de conseguir independencia política mediante la indpendencia económica. De este modo la página se nutre, económicamente, de las cuotas de usuarios y organizaciones y del trabajo militante. Nodo50 se define consecuentemente como un grupo "no mercantil". De ahí se desprende una organización diferente a cualquier gran grupo comunicativo, con un esquema asambleario y de trabajo voluntario, sin cobro de sueldos, sustentado a través de la labor colectiva y desinteresada.
La importancia de dar voz a quien no la tiene
Vivimos en un mundo globalizado. Tras la caída del muro de Berlín, el capitalismo ha sacado renta de su victoria en la Guerra Fría y se ha endurecido, llegando a construir un mundo a su medida. A estas alturas, el mercado domina al mundo y sus leyes imperan en el mudno desarrollado y en el no desarrollado, en todas partes. Esto supone una jerarquización ent odos los ámbitos y, como no, en el que tiene más influencia en las sociedades: los medios de comunicación. Su expansión, ligada al asentamiento del neoliberalismo, ha supuesto la estratificación de sus estructuras y, como en la vida real, que haya algunos medios por encima de otros. Se ha generado así un oligopolio comunicativo donde la indústria comunicativa -en gran parte controlada por EEUU- se rige por los grandes grupos. Esta indústria es ya más económica que cultural, y se han mezclado en ello los intereses políticos que dependen, inevitablemente, de ese interés económico. Así, la sociedad lee y escucha a los grandes medios, y los gigantes de la política y la economía consiguen calar sus intereses gracias al dominio que tienen en esos medios. Este panorama describe un periodismo nada digno y lejos de lo que tendría que ser su esencia.
Es necesario pues que se impulsen proyectos des de la izquierda activa -pues no se puede confíar tal tarea a la derecha- para combatir el monopolio de la información. En este momento de la historia en que los medios comunicativos tienen tal capacidad de influencia en el ser humano, se requiere de un nuevo modelo que sirva al pueblo distintas voces para que este ejerza su libertad para elegir. Nodo50 es unos de esos proyectos. Su modelo organizativo, plural y sin ànimo de lucro suponen un cambio radical a todo lo expuesto anteriormente. Su lucha es un combate legítimo a la globalización de la información. Es importantísimo que en Internet, que se está conviertiendo en el medio más importante, se de voz a los que no la tienen porque carecen de poder político y económico. A eso sí puede llamársele libertad de expresión y de comunicación. Y es que el hecho de que, reitero, la página no se financie a través de ningun grupo, permite que no haya intereses políticos que puedan coartar ciertas opiniones. Es por lo tanto necesario romper con el esquema de mercado en algo tan importante com la infromación y proveer a los usuarios de un lugar alternativo de información o de contrainformación.
Pero...¿y la pluralidad?
Pero profundizando en estas conjeturas, se observa que la propia estrategia se convierte en contraproducente cuando queriendo romper con el mercado se renuncia a él; es decir, que como sucede en todas la luchas, combatir al enemigo supone renunciar a él. Y cuando lo que se combate es la ausencia de pluralidad se puede llegar a renunciar a ella. Esto es lo que puede antojársele a uno cuando analiza la página Nodo50. Y realmente se observa en el lugar un partidismo claro de la izquierda, y de la izquierda radical. Porque se da voz a los que no la tienen -y eso es un grana cierto- pero sólo a los que no la tienen. Se olvida pues, un amplio espectro de la vida social que no podrá ver reflejada en la página. El centro, la derecha e incluso algunos sectores de la socialdemocracia echarán en falta ciertos puntos de vista. Si en principio se decía que lo que se quiere combatir es la información partidista y la falsa objetividad, su modelo queda en entredicho almenos en esto.
No obstante esa subjetividad partidista no tiene el mismo carácter que el de los grandes medios. Porque, por encima de todo, ella no depende de una estructura económica y las opiniones, aunque respondan todas a una misma idea política -con una clara divergencia dentro de la misma izquierda- son libres y no están atadas a intereses polítcos. A pesar de ello, sería todo un logro ir ampliando estos proyectos y mejorarlos para que un día consigamos ver páginas como Nodo50 en las que participen distintos colectivos de distintas ideologías; ello respondería la más absoluta libertad de expresión. Mientrastanto solo cabe felicitarnos de la exitencia de páginas como Nodo50, en las que la censura, tanto moral como práctica, no existen, y donde la letra es libre porque es gratis.
Nodo50 se presenta como un proyecto autónomo que acoge las voces silenciadas por los grandes medios de comunicación que participan del mercado capitalista. Su propuesta: un página donde se recoja un amplio abanico de noticias e intervenciones de distintas organizaciones altrenativas al sistema; esto sí, en la presentación de su proyecto, la página especifica el color de esas organizaciones, en concreto "personas, grupos y organizaciones de izquierda". Pero es de especial relevancia el contenido del mensaje que viste su frase definitoria: "contrainformación en la red". Si Nodo50 define el contenido de sus noticias como contrainformación, ese mensaje supone que su actitud quiere combatir la información, es decir, dar un suporte alternativo a la información que inunda la red, la información de los grandes grupos comunicativos. Es lo que ellos llaman "legitimar los discursos insurgentes frente al pensamiento único liberal" y "terminar con el mito de la objetividad".
Nodo50 también especifica en su texto de presentación, que como grupo alternativo quiere desmarcarse de la líniea de actuación de los medios de comunicación que dominan el espectro social i económico en Internet, y eso supone establecer un plan de actuación arriesgado pero coherente. Así, su financiación dista completamente del modo en que los grandes grupos se financian. Nodo50 afirma no querer depender económicamente de ningun grupo para así disfrutar de una absoluta independencia política. Se trata pues de conseguir independencia política mediante la indpendencia económica. De este modo la página se nutre, económicamente, de las cuotas de usuarios y organizaciones y del trabajo militante. Nodo50 se define consecuentemente como un grupo "no mercantil". De ahí se desprende una organización diferente a cualquier gran grupo comunicativo, con un esquema asambleario y de trabajo voluntario, sin cobro de sueldos, sustentado a través de la labor colectiva y desinteresada.
La importancia de dar voz a quien no la tiene
Vivimos en un mundo globalizado. Tras la caída del muro de Berlín, el capitalismo ha sacado renta de su victoria en la Guerra Fría y se ha endurecido, llegando a construir un mundo a su medida. A estas alturas, el mercado domina al mundo y sus leyes imperan en el mudno desarrollado y en el no desarrollado, en todas partes. Esto supone una jerarquización ent odos los ámbitos y, como no, en el que tiene más influencia en las sociedades: los medios de comunicación. Su expansión, ligada al asentamiento del neoliberalismo, ha supuesto la estratificación de sus estructuras y, como en la vida real, que haya algunos medios por encima de otros. Se ha generado así un oligopolio comunicativo donde la indústria comunicativa -en gran parte controlada por EEUU- se rige por los grandes grupos. Esta indústria es ya más económica que cultural, y se han mezclado en ello los intereses políticos que dependen, inevitablemente, de ese interés económico. Así, la sociedad lee y escucha a los grandes medios, y los gigantes de la política y la economía consiguen calar sus intereses gracias al dominio que tienen en esos medios. Este panorama describe un periodismo nada digno y lejos de lo que tendría que ser su esencia.
Es necesario pues que se impulsen proyectos des de la izquierda activa -pues no se puede confíar tal tarea a la derecha- para combatir el monopolio de la información. En este momento de la historia en que los medios comunicativos tienen tal capacidad de influencia en el ser humano, se requiere de un nuevo modelo que sirva al pueblo distintas voces para que este ejerza su libertad para elegir. Nodo50 es unos de esos proyectos. Su modelo organizativo, plural y sin ànimo de lucro suponen un cambio radical a todo lo expuesto anteriormente. Su lucha es un combate legítimo a la globalización de la información. Es importantísimo que en Internet, que se está conviertiendo en el medio más importante, se de voz a los que no la tienen porque carecen de poder político y económico. A eso sí puede llamársele libertad de expresión y de comunicación. Y es que el hecho de que, reitero, la página no se financie a través de ningun grupo, permite que no haya intereses políticos que puedan coartar ciertas opiniones. Es por lo tanto necesario romper con el esquema de mercado en algo tan importante com la infromación y proveer a los usuarios de un lugar alternativo de información o de contrainformación.
Pero...¿y la pluralidad?
Pero profundizando en estas conjeturas, se observa que la propia estrategia se convierte en contraproducente cuando queriendo romper con el mercado se renuncia a él; es decir, que como sucede en todas la luchas, combatir al enemigo supone renunciar a él. Y cuando lo que se combate es la ausencia de pluralidad se puede llegar a renunciar a ella. Esto es lo que puede antojársele a uno cuando analiza la página Nodo50. Y realmente se observa en el lugar un partidismo claro de la izquierda, y de la izquierda radical. Porque se da voz a los que no la tienen -y eso es un grana cierto- pero sólo a los que no la tienen. Se olvida pues, un amplio espectro de la vida social que no podrá ver reflejada en la página. El centro, la derecha e incluso algunos sectores de la socialdemocracia echarán en falta ciertos puntos de vista. Si en principio se decía que lo que se quiere combatir es la información partidista y la falsa objetividad, su modelo queda en entredicho almenos en esto.
No obstante esa subjetividad partidista no tiene el mismo carácter que el de los grandes medios. Porque, por encima de todo, ella no depende de una estructura económica y las opiniones, aunque respondan todas a una misma idea política -con una clara divergencia dentro de la misma izquierda- son libres y no están atadas a intereses polítcos. A pesar de ello, sería todo un logro ir ampliando estos proyectos y mejorarlos para que un día consigamos ver páginas como Nodo50 en las que participen distintos colectivos de distintas ideologías; ello respondería la más absoluta libertad de expresión. Mientrastanto solo cabe felicitarnos de la exitencia de páginas como Nodo50, en las que la censura, tanto moral como práctica, no existen, y donde la letra es libre porque es gratis.
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